La asociación ASENER presenta el siguiente artículo de investigación que puede ser descargado de manera gratuita en este sitio en los siguientes links:

A continuación mostramos un extracto de la introducción:

INTRODUCCIÓN

En la época de la epidemia de la poliomielitis, las personas con esta enfermedad desarrollaban múltiples contracturas y deformidades, las cuales eran corregidas mediante cirugía ortopédica y uso de ortesis.

El cirujano Ortopédico requería precisión en la exploración clínica para determinar que músculos y tendones o ambos, son los que están produciendo las deformidades en el paciente.

Para este fin, diversos autores como los Dres. Thomas, Duncan, Ely, y otros describieron magistralmente maniobras manuales.

Otros investigadores Dres. Babinski, Klepeil, Feill, Gonda, otros, dedicados al diagnóstico y tratamiento de enfermedades neurológicas implementaron maniobras manuales por medio de las cuales se confirmaban el diagnóstico y la localización de la lesión del sistema nervioso central.

Actualmente ambos procedimientos: uno para el diagnóstico del síndrome de neurona motora inferior y el otro para el diagnóstico del síndrome de neurona motora superior, nos permite comprender la actividad disfuncional y funcional del paciente, aun más el posicionamiento del tronco y de las extremidades.

En las personas con síndrome espástico es frecuente encontrar múltiples contracturas y deformidades independientemente del grado de espasticidad; aunque, estas se encuentran con mayor frecuencia en las que tienen una espasticidad grado 3 a 4 de acuerdo a la escala de aswhort.

Para ellos, y aun para los pacientes que presenten un grado menor de espasticidad, se requiere implementar en la exploración clínica las maniobras descritas por estos autores, por medio de las cuales encontremos los signos que nos señalen él o los grupos musculares que están produciendo las contracturas y deformidades.

Antecedentes

En el siglo XIX y XX se presentaron epidemias de poliomielitis, enfermedad viral que destruye la neurona motora inferior, que ocasiona una hipotrofia, hiporeflexia, hipotonía y parálisis muscular, la que impide el movimiento voluntario. Este daño neurológico hace que a nivel periférico el crecimiento óseo y muscular disminuya en la región afectada.

Los cambios rehológicos de los tejidos hacen que se pierda la elasticidad del tejido muscular y conjuntivo, sustituyendo el músculo por tejido fibroso, acortando también los tendones.

Aunque actualmente las secuelas por poliomielitis han disminuido notablemente; estas nos han permitido ampliar el conocimiento del movimiento normal y sus compensaciones.

Al mismo tiempo desde comienzos del siglo XIX (Hugling Jackson) y posteriormente en el siglo XX (Sherrington) fueron dando las bases para comprender la organización central del movimiento normal y espástico; otros autores describieron los cambios rehológicos de los tejidos espásticos y sus consecuencias: Contracturas, deformidades, trastornos en el crecimiento.

Se desarrollaron diversos tipos de procedimientos terapéuticos (Bobath, Glen Doman, Knot Voss, Vojta) orientado a la atención de las personas con síndromes espástico, todos con el objetivo básico de facilitar el movimiento normal y disminuir la espasticidad.

Cada uno de estos métodos de intervención terapéutica ha desarrollado su propia interpretación del movimiento normal y patológico, sistematizando la exploración clínica metas y objetivos.

En la exploración clínica del síndrome espástico Tardiu describe el reflejo de estiramiento en su fase de respuesta 1 y 2, permitiendo diferenciarlas en respuestas: Tónica y Fásica.

Maniobra de Thomas normal.
Maniobra de Thomas Anormal, al flexionar la cadera contralateral, se flexiona la cadera que descansa sobre la mesa.
Maniobra para valorar la espasticidad de aductores de cadera.
Maniobra de Elys. Con el paciente en decúbito prono, de flexiona la rodilla; es positiva cuando el paciente flexiona la cadera, indica espasticidad de recto anterior.
Maniobra para evaluar la espasticidad de músculos isquiotibiales, normalmente se extiende completamente (180 grados) la rodilla.