Concepto
El síndrome moiofascial es un desorden musculoesquelético que produce dolor en músculos y fascias.  Es la principal causa de dolor mùsculoequelético. Los pacientes presentan áreas específicas de dolor profundo, llamadas “puntos gatillo” o “tigger points”, que pueden presentarse después de un golpe, lesiones por movimientos repetitivo, defectos posturales y algunas enfermedades como la artritis. El cuadro puede ser agravado por insomnio, sedentarismo o ansiedad. No existen pruebas diagnósticas específicas y el diagnóstico se realiza al descartar otras causas de dolor musculoesquelético.
Fisiopatología
La teoría mas aceptada  sostiene que existe una liberación excesiva de acetilcolina a nivel de la placa neuromuscular que origina una contracción sostenida de las fibras musculares, que a su vez ocasiona isquemia local, lo anterior sensibiliza las fibras nociceptivas de la zona y las astas posteriores de la médula espinal.
En los músculos de pacientes con síndrome miofascial se han detectado por medio del microscopio electrónico fibras rotas, indicativas de estrés metabólico secundario a proliferación de mitocondrias.
Manejo
Se debe tratar la patología asociada, inactivar los puntos gatillo, mantener los arcos de movilidad articular y evitar las recidivas.
Para inactivar los puntos gatillo (Figura 1), se puede emplear masaje,  terapia de calor y electroestimulaciones, asi como infiltraciones de anestésicos locales, proloterapia, o bien, toxina botulínica.
Debido a la posible fisiopatología del síndrome miofascial (exceso de acetilcolina), y a que precisamente su acción  es bloquear a la acetilcolina, además de su efecto analgésico directo, la toxina botulínica se considera un complemento adecuado en el manejo.
Dosis de Toxina Botulínica
Depende del mùsculo a infiltrar, músculos grandes como el psoas requiere 100 u de AbobotulinumtoxinA, músculos medianos como los del hombro y pierna, requieren 50 u y músculos pequeños como los del cuello, manos, paravertebrales  o pies requieren 25 u. Nunca se debe pasar de 20 a 25 u por kilogramo de peso.
Tecnica

  1. Se aplica xilocaína spray al 10% en la zona a infiltrar.
  2. Se realiza un mapa del dolor, localizando los puntos dolorosos por palpación, señalando si es dolor leve con un punto (1-3 de EVA), el dolor medio con un círculo (4-6 EVA), y el dolor intenso con un cuadrado (7-10 EVA).
  3. Una vez realizado el mapa del dolor, se prepara 1 ampolleta de  AbobotulinumtoxinA  de 500 u diluída en 5 cc de solución salina al .9 % y se deposita en 5 ampolletas de insulina de 1 cc cada una. De esta forma cada décima de la jeringa de insulina contiene 10 u de toxina botulínica, misma que se aplicara en cada punto gatillo con aguja No. 27 G X 38 mm.

Las zonas marcadas con punto se infiltran con 1 décima de ml (10 u) a 1 cm de la piel, los puntos con círculo de infiltran en 2 planos, el primero a 2 cm de la piel, se retira la aguja 1 cm se deposita el otro centímetro de la solución. Finalmente los puntos con cuadrados se infiltran en 3 planos, el primero a 3 cm de la piel con 10 unidades (1 décima de solución ), se retira la aguja 1 cm y se deposita otro cm de solución, para finalmente retirar la aguja otro cm para aplicar ahí las últimas 10 u de toxina botulínica.
Posteriormente se reexploran los puntos gatillos para reinfiltrar en las zonas en las que persista el dolor.

 

Figura No. 1 Puntos gatillos de la parte posterior del cuerpo en el síndrome miofascial.

Figura No. 1 Puntos gatillos de la parte posterior del cuerpo en el síndrome miofascial.

 
Bibliografía

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  2. Sidebo AJ. Botulinum toxin for the management of myofascial pain in the mascatory muscles. Br J Oral Maxilo Surg 2012.
  3. Torres JC, Ortíz EM, Tenopala S. Toxina botulínica tipo A para el manejo del dolor en pacientes con síndrome de dolor miofascial crónico. Rev Soc Esp Dolor. 2010; 17 (1): 22-27.