Concepto:
El bruxismo es el rechinamiento involuntario de los dientes durante el sueño, puede aparecer en algunas enfermedades neurológicas como en los eventos vasculares cerebrales, distonías y estados de coma. Si no es tratado, el bruxismo se puede complicar con estallamiento de piezas dentales, cefalea, alteraciones en la articulación temporomandibular, dificultad para hablar y para masticar. El bruxismo se presenta en el 20 % de la población.
Fisiopatología:
La mayor parte de los casos de bruxismo se deben a factores psicológicos que producen tensión muscular en los músculos de la masticación, especialmente maceteros y temporales, con frecuencia se asocia a migraña y cervicalgia. Alteraciones odontológicas pueden ser la causa del bruxismo como son la maloclusión o alteraciones en la articulación maxilomandibular.
En los pacientes neurológicos, el bruxismo se debe a liberación e hiperestimulación de los reflejos primitivos del tallo cerebral como son el reflejo de chupeteo y el reflejo maseteriano.
Tratamientos:
- Tratamientos Odontológicos de acuerdo a la etiología, ajustes oclusales, tratamientos de ortodonsia, férula blanda, espaciadores o bien, manejo de la disfunción de la articulación temporomandibular . Aunque es frecuente el uso de guardas nocturnas para evitar la destrucción de las piezas dentales, en los casos neurológicos desencadenan los reflejos primitivos y empeoran el cuadro.
- Medicamentos: benzodiacepinas, antidepresivos tricíclicos, relajantes musculares, y recientemente se han reforzado los tratamientos anteriores con toxina botulínica A
Técnica de Aplicación de la Toxina Botulínica A:
- Se diluye una ampollet de Abobotulinum toxin A de 500 u en 2 cc de solución salina de cloruro de sodio al .9 %, cargando 2 jeringas de insulina que contienen 250 u cada una. De esta manera cada décima de la jeringa contiene 25 u de toxina botulínica A
- Se pide al paciente que cierre con fuerza la boca para localizar por palpación los músculos maceteros y temporales.
- Se realizan las medidas de asepsia, aplicando 100 u de toxina botulínica en cada músculos macetero y 50 u en cada fascículo (anterior, medio y posterior) para completar 250 u en cada hemicara con un total de 500 u.(Figura 1).
Conclusiones:
- El bruxismo es multifactorial y corresponde al ortodonsista su manejo. Las guardas se utilizan en los casos no neurológicos.
- El manejo anterior se complementa con medicamentos relajantes, antidepresivos tricíclicos y toxina botulínica.
- El uso de toxina botulínica A en el bruxismo es una buena alternativa, con buenos resultados, gran efectividad y bastante segura en manos entrenadas.
- La toxina botulínica tiene un efecto promedio de 5 a 6 meses y se puede reaplicar después de ese tiempo.
Bibliografia:
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