La artrosis es la enfermedad articular más común, constituye uno de los principales problemas de salud más en la madurez y es causa incapacidad en la vejez. Afecta el 10 % de las personas después de los 40 años y en el 50 % de los mayores de 65 años. Es más frecuente  en mujeres.
La rodilla como todas las articulaciones esta cubierta de un tejido conectivo fibroso muy suave llamado cartílago articular. Este cubre las áreas donde los huesos están en contacto en si. En una articulación normal el cartílago articular permite el movimiento fluido, además de actuar como un amortiguador.  Junto al cartílago, existe en las articulaciones una membrana sinovial que produce el líquido sinovial que sirve para lubricar la articulación.
La osteoartritis o enfermedad articular degenerativa, es la degeneración del cartílago articular. Si esta alteración avanza, el cartílago se va haciendo más fino hasta llegar a desgarrarse. Los huesos se vuelven rugosos y se forman espolones óseos llamados osteofitos, la membrana sinovial se engrosa y produce líquido sinovial en exceso.
La rodilla al ser una articulación que soporta la carga del peso del cuerpo, se expone a desgaste articular más que cualquier otra articulación. La rodilla es una articulación poco protegida por tejidos blandos y es propensa a recibir golpes. No es raro que la rodilla presente deformaciones en angulación en varo o valgo y desviaciones de la rótula, que aumentan la carga y junto con el exceso de peso, predisponen al desgaste articular.
Factores como edad, sobrepeso, golpes, alteraciones metabólicas como la gota o degenerativos como la artritis reumatoide, causan osteoartrosis  de la rodilla, dando síntomas como aumento de volumen y temperatura, limitación del movimiento y disminución de la fuerza muscular.
Clasificación Radiológica de la Artrosis ( Kellgren y Lawrence)
Grados:
0 – Normal
1 – Dudoso: Dudoso estrechamiento del espacio articular, posible osteofitosis.
2 – Leve: Posible estrechamiento del espacio articular, osteofitos.
3 – Moderado: Estrechamiento del espacio articular, osteofitosis moderada múltiple, leve    esclerosis, posible deformidad de los extremos del hueso.
4 – Grave: Marcado estrechamiento del espacio articular, abundantes osteofitosis, esclerosis grave, deformidad de los extremos de los huesos.
Clasificación Artroscópica de la Artrosis

  • Grado I Solo hay reblandecimiento del cartílago.
  • Grado II El cartílago está levemente deshilachado.
  • Grado III El cartílago tiene fisuras grandes que llegan hasta el hueso.
  • Grado IV Ya no hay cartílago, el hueso está expuesto.

Los tratamientos con los que se cuentan tienen el objetivo de disminuir el dolor y mejorar la movilidad articular, aunque no existe actualmente ningún tratamiento capaz de revertir el proceso de deterioro osteocartilaginoso.

Tratamientos de la Osteoartrosis
El tratamiento de fondo de la osteoartrosis es la terapia física con calor, masajes y ejercicios. Los tratamientos a base de antinflamatorios no esteroideos y analgésicos tienen limitaciones por sus efectos secundarios en hígado y los riñones, así por su alivio insuficiente. Por ello se han empleado inyecciones intraarticulares de corticoides y la viscosuplementación, así como los tratamientos quirúrgicos como limpiezas articulares, osteotomías y aplicación de prótesis.
Infiltraciones Intraarticulares
Corticoides. Son ùtiles en el dolor moderado a severo, sus efectos no son permanentes y no se aconsejan mas de 4 infiltraciones por año.
Acido Hialurónico. Se comporta como lubricante, se usa en pacientes que no han mejorado con antinflamatorios, reposo y terapia física.
Plasma rico en factores de crecimiento. Tiene un efecto antinflamatorio, disminuye el dolor y ayuda a regenerar el cartílago. El plasma rico en factores de crecimiento se obtiene del propio paciente mediante extracción de 20 a 60 cc de sangre que se centrifuga para infiltrarse en la rodilla. Se utiliza en artrosis de moderada a severa.
Toxina Botulínica. En un principio se atribuía su efecto analgésico a  la relajación muscular que produce al bloquear la liberación de acetilcolina en la placa neuromuscular, posteriormente se confirmó como mecanismo de acción de la toxina botulina en el dolor, el bloqueo de mediadores del dolor como la sustancia P, el péptido relacionado con el gen de la calcitonina y el glutamato en animales de experimentación .  Más recientemente se encontró que la inyección de toxina botulínica en las articulaciones humanas, produce un claro retraso en la aparición de la osteoartrosis, a través de un mecanismo de condroprotección. Las investigaciones reportan mejorías en el dolor y la movilidad de rodillas, hombros y articulaciones sacroiliacas, con la aplicación intraarticular de toxina botulínica.
Los resultados muestran una duración del efecto de 6 a 12 meses, buena tolerabilidad y pocos efectos secundarios.
Técnica de aplicación

  1. Se aplica xylocaína al 10 % en spray en la parte externa de la rodilla.
  2. Se Diluye una ampolleta de Abobotulinum toxin A de 500 u en 5 cc de solución salina fisiológica a .9 % y se carga en 5 ampolletas de insulina, utilizando agujas de 27 G.
  3. Una vez realizada la asepsia y antisepsia de la región, se coloca la rodilla sobre una pequeña almohadilla en ligera semiflexión de 20 a 30 grados,  se desplaza ligeramente la rótula hacia afuera y se introduce la aguja aplicando 2.5 cc de la solución (250 u ) para cada rodilla. (Figura 1).

Conclusiones
1.- La toxina botulínica es actualmente un recurso más para el manejo de la osteoartritis, cuando otras medidas han fallado,  se puede aplicar en cualquier grado de afectación.
2.- La aplicación de toxina botulínica debe realizarse con todas las medidas de asepsia y antisepsia recomendadas para evitar infecciones en la articulación.
3.- El medicamento no hace efecto solo y debemos combinarlo con terapia física, antinflamatorios, analgésicos, alineación del eje de las rodillas por medio de plantillas, alineación de las rótulas desalineadas por medio de ejercicios, bajar de peso, etc.

Figura 1 Abordaje externo para infiltración de toxina botulínica en la rodilla.

Figura 1 Abordaje externo para infiltración de toxina botulínica en la rodilla.

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